jueves, 13 de agosto de 2020

El viejo

Sobre el papel la pluma se desliza

con lentitud de una fugaz tristeza,

muy lejos de la vida y la destreza

que en juventud probó en la liza.

 

Hoy el pendón del triunfo no se iza

y del árbol caído la corteza

asiento es de sus canas y cabeza

y las nubes del cielo llevan prisa.

 

De todas sólo queda una certeza:

pasó el tiempo cuando terraza y brisa

lo embriagaron de oxígeno y cerveza.

 

Sus antiguos ardores son ceniza

más no por eso pierde la entereza:

a campo abierto luce una sonrisa.

33 grados a la sombra

Casi las 14:00 horas. Alrededor del mediodía desperté. Un silencio que no dice nada. En la lengua nicotina y cafeína. En cuerpo y pi...