miércoles, 25 de noviembre de 2020

Polvo estelar

Polvo estelar, sí,
polvo caído y resurrecto
innumerables generaciones
¿para qué?
La repetición patológica
del neurótico, del canceroso,
el del corazón quebrado
y canto herido.
Crédulos de la trascendencia,
arrastramos nuestra miseria por el polvo
menos brillante de la calle,
perros iluminados por lámparas led,
atosigados por la sed y el hambre,
por el dolor, por el cansancio,
por la jerarquía y mezquindad de la manada.
Tan fácil como dejarse caer.
Después de todo somos polvo.
Polvo estelar, sí, caído y resurrecto
hasta el fin de los tiempos,
en la esperanza de que el tiempo tenga un fin,
un fin sin la necedad del juicio y de la recompensa,
del juicio y del castigo,
juicio y permanencia.
Polvo caído y punto.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Nada que comunicar, excepto…

… habitar
este vacío que no es la nada todavía.
Soy, sin expectativas.
No busco ni espero
en el futuro incognoscible.
¿qué puede cambiar o cambiarme
en esta anomia prolongada y sin sentido?
Esta falencia del lenguaje para describir la realidad.
Esta forma imposible de alzheimer del presente y del futuro,
sin aprensión, sin angustia, sin deseo, sin malestar.
Este estar pero no estar para nada ni nadie.
Tampoco es que haya algo que comunicar.
Este jueves de noviembre a mediodía
tampoco hay nada qué sentir, excepto lluvia y frío.

33 grados a la sombra

Casi las 14:00 horas. Alrededor del mediodía desperté. Un silencio que no dice nada. En la lengua nicotina y cafeína. En cuerpo y pi...