domingo, 3 de mayo de 2020

Covid-19


















Racionalizas tus argumentos para aislarme
Para hacerme sentir culpable
Eres  el fiscal, el juez, el celador, la celda y el verdugo
Además, aparte de mí me haces sentir que no hay otro responsable
En soledad viví y en soledad vivo
No fue mía la culpa sino del mundo
Que me canceló la menor posibilidad de un vínculo
Ahora estoy a tu merced
No sé si alguien sabe que vivo
Y si lo sabe ¿vendrá a rescatarme de ti, de mí, de este cuadrángulo?
Sólo de mi soledad sé y es una loza que no me permite levantarme
Tú ganaste
Soy un prisionero tuyo aunque no te reconozca
No importa, tú ganaste.
No puedo escapar de mi cerco de aire
De mis muros de silencio
Del vacío de mis manos
De la carencia de destino de mis pies
No te bastó con empobrecerme
Con verme mendigar una palabra, una sonrisa, una caricia
y fracasar indefectiblemente
No es suficiente para el odio que me tienes
Ahora reclamas mi vida.
La tendrás, por supuesto
Nada te es suficiente
Absurdo sería que no tomaras lo que decretaste tuyo
Una última gracia me concedes:
La soga con la que he de ahorcarme:
La cajetilla de cigarros,
el ahogo y la asfixia,
el Covid-19.

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