Puedo estar o no estar, todo depende de si miras o no miras; no me reflejan los espejos, pero no soy Drácula; atravieso las paredes sin ser un fantasma. Tengo comportamientos de ola y de metralla, una vez a la vez, o al mismo tiempo. Si quiero, puedo estar en dos lugares a la vez, o desaparecer y aparecer en otra parte sin recorrer distancia alguna. Mis acciones tienen efecto en mis iguales, estén cerca o en el otro extremo de la realidad. Soy parte de ti, tan diminuta, que casi no soy, o peor, casi no eres. Soy igual en ti y en todo y todos, y mi posición es indeterminable. Soy el informe del vacío de tu cuerpo y voy, tan sinuosa, directo a tu psique, a tu cerebro, quizás sólo tu inconsciente me percibe, y me convierto en tu malestar, tu sensación de vacío, tu angustia existencial. Pero no te asustes, no temas. Me asignaron un nombre. Partícula subatómica. Pero créelo: soy más, o tal vez menos, que ese apelativo. Sin embargo, no hay ley que me sujete, menos aún la del lenguaje, y mi comportamiento es siempre impredecible, y en eso me parezco -o induzco- a la locura. ¿Soy la realidad o la simulo? Eso está por verse: soy irreductible a las definiciones.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
33 grados a la sombra
Casi las 14:00 horas. Alrededor del mediodía desperté. Un silencio que no dice nada. En la lengua nicotina y cafeína. En cuerpo y pi...
-
Sobre el papel la pluma se desliza con lentitud de una fugaz tristeza, muy lejos de la vida y la destreza que en juventud probó en la ...
-
Puede parecer inviable pero no lo es. El único argumento lo suficientemente fuerte para convertir a un adicto es el amor incondicional y s...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario