lunes, 28 de marzo de 2022

Explicaciones sobre el origen y manifestaciones de la fijación oral

 


La relación entre dependencia y erotismo oral es fundamental, y tiene su sustento biológico en el gran desvalimiento de los mamíferos, especialmente del humano al momento del nacimiento, esto determina un residuo de actitud pasivo-receptiva que perdura a lo largo de toda la vida.

Lewin consideraba que la voracidad del primitivo apetito oral puede ser desplazado en múltiples direcciones, mirar, comer, leer, tener; así los rasgos de carácter oral pueden encontrarse en situaciones antitéticas como la volubilidad, la inquietud, y la prisa, por un lado y por otro lado la tendencia al silencio obstinado.

Para Valls una parte del erotismo oral corresponde a la pulsión de apoderamiento, cuya meta es la incorporación del objeto aunque ella implique su destrucción, en términos de rasgos de carácter esta se puede expresar por la necesidad de no poder compartir su pareja, la quiere para sí como una posesión, como un territorio.

Otros rasgos de carácter pueden surgir a partir de sublimaciones, donde los placeres parciales del erotismo oral serán eslabones de la sexualidad adulta, siempre bajo el comando de la primacía genital. El carácter de una persona ayuda a mantener la “normalidad”, es decir no es necesariamente patológico, se tornará en una caracteriopatía si su funcionamiento deviene rígido, con pocas variables para enfrentar las frustraciones de la realidad. La constitución de una caracteriopatía puede resultar en la base de cualquier otro cuadro patológico.

Durante el periodo oral, la meta pulsional es la devoración del objeto, lo que va a ser tomado como modelo psíquico de la identificación primaria, un funcionamiento rígido, masivo e invariable de esta condición deviene en trastornos de orden psicótico. A diferencia de otras etapas que pueden dejar una impronta clara en trastornos neuróticos y del carácter, es muy difícil encontrar configuraciones caracterológicas orales libres de elementos anales e histéricos. Esto debido a que los rasgos orales buscan expresiones en un gran número de actividades eróticas del adulto, y por otra parte a que muchos de los elementos orales que se hallan diferenciados ente sí, forma un todo inseparable durante la fase desarrollo.

El carácter termina siendo la manera de ser de una persona, el precipitado de su historia, sus eventos traumáticos, sus fijaciones, sus vínculos, sus elecciones de objeto, sus mecanismos de defensa, en fin todo vinculado con sus diversas identificaciones.

Es claro que estos pacientes presentan múltiples expresiones ligadas a la oralidad, sin embargo considero que la mayoría de estos elementos, desconfianza, pesimismo, asco, derivan de fijaciones por contrainvestidura, que generan los diques normales del erotismo oral. Afirma Valls con respecto a esta situación: “En grados patológicos es típico de los caracteres histéricos. En los antecedentes de estas personas figura el vínculo materno siempre como algo sumamente problemático, y la fijación oral está siempre a flor de piel”.

Las expresiones sintomáticas más evidentes de estos pacientes, propias del erotismo oral, se presentan durante el transcurso del análisis a partir del proceso regresivo inherente a psicoanalizarse. Los rasgos orales de carácter anuncian sus fijaciones, así no sería extraño esperar en ellos regresiones a niveles precoces del desarrollo psíquico, en donde apenas se estarían fundando las bases del lenguaje, la comunicación se da través de descargas afectivas que deben ser entendidas por la madre como llamados, solo así es posible constituir algún tipo de vínculo con ellos.

Si consideramos los vestigios biológicos propios de la dependencia de todos los seres humanos, podemos comprender con más claridad que con alguna frecuencia cualquier adulto se encuentra en situaciones en que se ve nuevamente tan desvalido como en la infancia, en esos momentos añora una protección omnipotente y una comodidad tales como las que tuvo en la infancia, así fácilmente regresa a la oralidad. Si bien en las circunstancias de regresión oral el aparato psíquico funciona en la categoría del ser y no del tener, la falta de reconocimiento del objeto es defensiva, no representa ésta una característica esencial de la estructura mental.

Los vínculos afectivos de esta paciente se mueven entre la dependencia y la independencia, atestiguando el par antitético propio del conflicto oral, situación que indudablemente trasciende a la elección del objeto sexual. El vínculo oral con la madre es fundamental para el destino de la libido objetal, cuando se elije aparentemente en primera instancia el objeto, así tenga características fálicas, esta ya es una reelección, no es un objeto totalmente nuevo, es realmente un objeto al que se lo reencuentra.

En la actualidad, para un gran número de analistas, estas neurosis graves, los estado psicosomáticos, los estados fronterizos, y las psicosis, obedecen todas a una misma herida, la fijación oral. Situación que aceptan sin preguntarse el porqué de destinos tan diferentes para un único mal.

Frente a la obra de Freud los psicoanalistas se hallan en la posición casi ineluctable de superarla, introducir en ella modificaciones, a partir de un cúmulo de experiencias y reflexiones, pero el psicoanálisis postfreudiano se despliega en tan diversas direcciones que resulta difícil saber cual de esas versiones es realmente una progresión.

 

Bibliografía

REVISTA PSIMONART
Tomado de internet.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

33 grados a la sombra

Casi las 14:00 horas. Alrededor del mediodía desperté. Un silencio que no dice nada. En la lengua nicotina y cafeína. En cuerpo y pi...