Anda, bebamos.
Tú que siempre tienes algo que decir
y yo nada por callar.
Bebamos, anda,
suelta la lengua,
inunda mis tímpanos,
colma mi sed de escuchar.
No te cohíbas, no te intimides,
no esperes las preguntas
que no siempre tengo algo qué preguntar.
No tenemos que ser inteligentes,
ni siquiera tiene que ser una conversación,
sólo hablar y escuchar al cadáver exquisito
que en cada encuentro improvisamos.
Hablo, hablas, nada que escondernos.
Te escucho y me escuchas sin tapujos.
La ebriedad no es ebriedad, es otra cosa.
Para nosotros es terapia
sin medición (ni cobro) del tiempo.
(…)
¿Lo ves? No había qué preocuparse.
Llegamos juntos al silencio sin incomodidad.
No es el lugar terrible que temíamos.
La noche sabe de estas cosas.
Hora de despedirse. Fin del ritual.
Cuando llegues a tu chante me hablas.
Nos vemos la próxima, bye.
domingo, 26 de junio de 2022
Entre amigos
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