Nuevamente perdí batalla y reino
pues todo muro es para Argos feble;
sólo salvé mi cuerpo, bien que mueble
astroso, en ríos nuevos lavo y peino.
En cegadora ruta, como un Deino,
no hay guarida con un posible amueble,
hogar no hay que con decoro pueble
y no me place menos que un virreino.
No tuve entrenador, son tan inermes
ante criatura no domesticable.
Hombre soy pese a mi temible aspecto.
En mente tengo ya mejor proyecto:
tornar y echar al Argos despreciable
al pastoreo musical de Hermes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario